En principio los que nos hemos dedicado a actividades de mantenimiento tenemos de presente tres tipos básicos de mantenimiento a saber, Correctivo, Preventivo y Predictivo. La teoría indica que el mantenimiento Correctivo se realiza una vez se ha presentado la falla; el Preventivo corresponde a actividades que permitan anticiparse a la falla y tiene que ver con rutinas programadas de inspección y ajuste, inspecciones visuales que permitan evidenciar fugas, rutas de lubricación, re apriete de borneras, protección y pintura, limpieza y lavado, etc. y el Predictivo que busca establecer periodos de funcionamiento  en ausencia de fallas prefiriendo la verificación de parámetros operacionales, control de calidad en línea de producción, medición de temperaturas de funcionamiento mecánico o eléctrico, medición de vibraciones que permitan evidenciar desajustes, cavitación o sobre cargas, etc.

Tendencias un poco más recientes indican que el mantenimiento se debe basar en la confiabilidad y nace algo llamado RCM (Reliability Centered Maintenance) que pretende atacar la causa de la falla o el TPM (Total Productive Maintenance), modo que adopta herramientas de mejoramiento continuo de los sistemas de gestión de la calidad.

Hoy día los financieros hablan del ciclo de vida del activo en el que un bien nace, es productivo y se da de baja y lo que pretende es que el bien durante su vida útil produzca riqueza y es ahí en donde los financieros definen el periodo de Producción y Mantenimiento como el tiempo en el que el activo produce tal riqueza.

A esta altura cabría preguntarse cuál de los modos de mantenimiento es aplicable a los tanques criogénicos, preguntaría también si alguno de los lectores alguna vez ha hecho un análisis de criticidad para este tipo de equipos; anticipo un poco la respuesta y debo decir que para hacer dicho análisis se debe conocer muy bien un tanque criogénico desde su diseño, su modo constructivo, su funcionamiento y su mal funcionamiento, así como el proceso al que está asociado.

Mal podríamos decir que sería mejor una metodología que otra sin antes realizar dicho análisis, que sería la entrada para calificar la criticidad de cada elemento, y acá debo decir que NO todos los tanques se comportan de igual manera por lo que el análisis es individual y particular, como resultado se obtiene una matriz que asigna un valor en una escala antes definida que permite priorizar elementos para los que se definirán modos de mantenimiento de acuerdo a su criticidad, permite de igual manera definir tareas críticas, procedimientos de mantenimiento, frecuencias, calificación del personal y gestión de repuestos.

Lo anterior lo escribo porque asistí a una conferencia en donde se dijo que el mantenimiento preventivo es menos “costoso” que el mantenimiento correctivo; el mantenimiento, independiente de su modo, debe generar riqueza.